Aún no he vivido ni la mitad de mi vida para seguir aprendiendo cosas maravillosas de este mundo de los perros de caza, por esta razón he creado este blog. Una pàgina hecha para los que vivimos esta afición como un sentimiento que se convierte en pasión y quisiera que la gente compartiese comentarios y amistad para un futuro mejor. Es mucha la gente que se mueve detrás de perros y liebres, por eso creo que seria oportuno intercanviar puntos de vista diferentes que nos permitan unir aún más este sector.
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miércoles, 23 de enero de 2013

Liebres de Santa Linya

Hola. Este fin de semana pasado fui a cazar con un compañero de Santa Linya (La Noguera, Lérida), Marc. Fuimos a cazar el sábado y el domingo con una climatología un poco rara, el sábado se puso al lover a las 10 de la mañana dejando caer mucha agua, y el domingo no llovió pero todo estaba encharcado.

El terreno donde cazar la liebre es un sitio de poca altitud, unos 500 metros, lleno de encinas i romeros, o sea muchas piedras lo que hace un suelo muy drenado con algo de arcilla. La cantidad de liebre es muy abundante, puesto que tienen poco prado o cultivo para beneficiarse, lo que hace que cuando encuentras un rastro normalmente va acompañado de varias salidas al monte, índice de que las liebres se juntan por la noche y aun mas en estas fechas.

El sábado soltamos pronto por la mañana con el cielo cubierto de nubes en que dejaban escapar alguna gota de agua. Los perros salieron con ganas, pero como no se habían conocido antes y aun menos cazando, pues se extrañaban entre ellos. Poco a poco se iban poniendo al trabajo, mucho mas la perra de Marc por ser su cazadero y los mios pues aun les faltaba coger algo de confianza. En seguida la sabuesa española, Roja, encontró un rastro fresco pero con algo de dificultad, lo supo desacer hasta dar salida a una liebre que aun no estaba encamada, quizás por la climatología, y rápidamente subió arriba del todo de una montaña para coger el camino donde la perdieron, allí la vio un parada que venia con nosotros. No hubo manera de reencontrar la salida y el tiempo se ponía cada vez peor. Seguimos buscando otros rastros pero nada, un grito allí otro allá pero sin seguridad ni decisión. Así que lo dejamos estar y nos fuimos a almorzar en un refugio que hay justo al lado, pan tostado con chuletas de tocino y algo de vino al estilo "purró".


El domingo ya fue diferente, la climatología acompañaba mucho mas, temperaturas bajas, suelo húmedo y no llovía. Así que soltamos también temprano y en seguida los perros, que se mostraban ya mas compenetrados, cogieron un rastro al lado de un camino, la liebre había estado por allí pero no seria fácil encontrarla. Subieron hasta donde se escapó la del día pasado y lo mismo, cogió el camino y adiós rastro, ni una salida ni nada. Decidimos ir a buscar otros rastros con la mala suerte de que no encontramos nada bueno hasta pasado una hora ya que quisimos ir a hacer unos bosques pequeños donde solían haber, pero no se encontraban allí. Hablando con mi compañero llegamos a la conclusión que no se encontraba allí porque estamos en inicio de la época de celo y las liebres se agregan en sitios concretos, es cuando se llegan a ver 7 u 8 liebres en un mismo campo. Así que fuimos a otro bosque donde el día anterior vimos mucho rastro. Tan solo llegar allí los perros ya encontraron rastro fresco donde empezamos a notar el nerviosismo, cogieron un rastro bien pero con dificultades de avanzar, en el suelo hay mucha piedra y a veces no hay buen olor, solo con paciencia lo podíamos deshacer. Mirando casi todos los romeros, la perra ariegeois de 4 años, Dauphine, cogió una buena salida hasta dar con la liebre encamada bajo unas piedras grandes y de difícil acceso, rápidamente dio la voz de salida donde se unieron todos los perros y empezó el concierto, bajaron hasta un camino arcilloso que la liebre lo cogió unos 500 metros y tuvieron la primera perdida, suerte de la azul de gascuña, Blava, y la perra joven ariegeois de 20 meses, Gola, que se dieron cuenta que había pasado por el camino, lo hicieron bastante bien hasta encontrar otra vez la entrada al bosque, allí le dieron otra bonita persecución donde la liebre les dio algún giro inesperado y volviendo por el mismo camino, después se lanzo a otro pequeño valle hasta salir en otra carretera que la volvió a coger hasta llegar donde se escapo la del día pasado, podríamos concluir que la parada esta suelen pasar jeje... Los perros llegaron hasta la otra carretera pero allí se acabó, suelo húmedo pero complicado y sin olor suficiente para seguirla. Rebuscamos por el sitio pero los perros ya cogían otros rastros de la noche. Lo dejamos estar para otro día.

Un fin de semana en una zona diferente, con mucha liebre y con bastante dificultad para seguirlas.

Un saludo y Gracias Marc.

lunes, 7 de enero de 2013

¿Acciones erróneas de los perros durante la persecución?

Hoy quiero hablar de algunas acciones erróneas que producen los perros al perseguir al animal que esta semana pasada debatimos en el club español del azul de gascuña, gascón saintongeois y ariegeois.
 
La duda inicial, que yo mismo propuse, era de que a veces los perros, durante una persecución, tienen perdidas de rastro a menudo, más si se trata de liebre, y que a veces las resuelven rápidamente, a veces con un espacio de tiempo importante y a veces no pueden  resolverla, pero sucede que algunos perros al no poder resolver o ni siquiera gastan mucho tiempo en ella vuelven atrás por el mismo camino por donde han llegado, latiendo poco pero simulando que siguen por el camino correcto. Al volver, el perro retrocede tanto que llega hasta el encame donde minutos antes a iniciado la persecución, lógicamente esto es un grave error del perro, pero ¿porqué lo hace?
 
Podría parecer que el perro se ha vuelto loco o no entiende demasiado lo que hace, pero en el debate que tuvimos se dieron varias respuestas que tampoco clarificaban mucho esta actitud del can. Se decía que si el perro aseguraba que el animal no hubiese tomado distinto camino y de esta manera reafirmaba lo hecho ya (¿pero volver hasta el encame?), otros decían que si el perro cogía manías de viejo, también que si ese perro nunca había sido buen seguidor y no sabia hacer nada más que eso, yo apuntaba más a que si lo hacia era por un motivo más concreto.

Esto me había sucedido con algún perro de avanzada edad, 7 u 8 años, pero también lo había visto en perros jóvenes. Al ver que el perro no gastaba demasiado tiempo en las perdidas y normalmente lo hacía más si iba acompañado de otros perros, me causó una gran duda sin explicación.

Hablando y hablando con compañeros, podría llegar a entender y a dar un sentido a todo esto. El perro normalmente es celoso del animal que caza, es decir, que los perros trabajan juntos y se ayudan pero cuando tienen la pieza que la pueden morder entonces  solo son ellos, todos se lo quieren para él solo. Partiendo de esto, el perro aunque no tenga la pieza abatida delante, también son celosos y durante el rastro y la persecución también quieren ser los primeros del grupo. Una vez iniciada la persecución del animal, podemos ver y escuchar, en las pequeñas pérdidas, los perros que van delante o van encontrando las salidas primero, pero cuando llegan a una pérdida importante, quiero decir una carretera seca, un prado de tierra, etc., sitios donde el animal deja poco olor y el perro se encuentra con serias dificultades, es allí cuando se inicia otra competición y de más durada entre perros, reaccionando de "¿haber quien es el primero que encuentra la salida?" y aquí es cuando el perro que es más celoso en no dejarse ganar por nadie entra en acción, pues como quiere ser el primero y no encuentra nada de salida buena pues coge la salida mala que es al revés, por donde ha venido. He visto a veces que lo pueden hacer unos cientos de metros, pero otras llegar hasta donde han levantado la pieza.

La grave consecuencia es que se pierde un tiempo importantísimo de persecución y se agranda la distancia entre perro y animal, y otra es que hace retroceder los otros perros con él, engañándolos y no creo que viciándolos mal ya que los perros son listos y se dan cuenta, al igual que se dan cuenta con un rastro de la noche si van del derecho o del revés.

Para solucionar esta acción del perro no sabría dar ningún consejo, solamente que los otros perros le enseñen que está cogiendo el camino equivocado.

Un saludo a todos.